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Minsalud dice que EPS son negligentes en importación de fármacos vitales, ¿es así?

Guillermo Jaramillo afirmó que las aseguradoras pueden importar esos medicamentos que son declarados vitales no disponibles.

Un plantón de protesta frente a la sede del Ministerio de Salud en Bogotá recordó una problemática presente en la vida de los pacientes —sobre todo los de alto costo— en el país: la escasez de medicamentos.

Varios grupos de pacientes con epilepsia reclamaron ante esa cartera por soluciones ante los problemas de abastecimiento. Algo que es vital para seguir con vida y que omitirlo no es una opción.

En una declaración a medios de comunicación, el ministro de Salud, Guillermo Jaramillo, dijo que estas personas no estaban protestando por medicamentos “en sí, sino por una atención especial que hay que tener con ciertos pacientes, muy especialmente las personas que sufren de arritmia cerebral, que conocemos normalmente como epilepsia”.

“Infortunadamente, uno que se estaba produciendo en Colombia, en este momento el laboratorio no lo está haciendo y por tal razón algunos (medicamentos) ya están declarados como vitales no disponibles”, agregó Jaramillo.

Posteriormente, enfiló responsabilidades por esta situación a las entidades promotoras de salud (EPS): sus “culpables” favoritos.

En ese sentido, expresó que “al estar como vitales no disponibles la EPS los puede importar directamente sin ninguna restricción, entonces nos toca llamarlas para que improten esos productos que no están siendo producidos por nuestros laboratorios para que podamos atender adecuadamente a estos pacientes”.

Sin embargo, en conversación con dos expertos conocedores de la gestión de medicamentos en el país se advierte que el ministro apunta responsabilidades en la dirección incorrecta.

Primero hay que decir que un medicamento vital no disponible es un producto que se considera necesario para el tratamiento de pacientes específicos (sobre todo con enfermedades raras o huérfanas) y el cual no cuenta con registro sanitario del Invima o que teniéndolo no hay disponibilidad en el mercado local.

En ese sentido, la directora ejecutiva de la Asociación Colombiana de la Industria Farmacéutica (Ascif), Clara Isabel Rodríguez, señala que si bien “la responsabilidad del suministro de los medicamentos está en manos de las EPS, porque así lo determina nuestro sistema de salud”, lo cierto es que esos medicamentos de alto costo “hacen parte de las cuentas que un grupo de EPS dicen que no les ha pagado el Gobierno, que son los que están por fuera del Plan de Beneficios en Salud”.

A lo que se refiere Rodríguez es a que el asunto pasa, entre otras cosas, por “el tema de la suficiencia de la unidad de pago por capitación (UPC) y por los presupuestos máximos (PM), que son los recursos para cubrir los medicamentos, servicios y tecnologías en salud que están por fuera del PBS”.

De hecho, una reciente denuncia del representante a la Cámara Andrés Forero señala que el Ministerio de Hacienda no ha pagado los giros que están pendientes de 2022 por concepto de presupuestos máximos. Esa entidad argumenta que “el incumplimiento en las metas de recaudo tributario en el primer semestre de la presente vigencia fiscal produjo presiones en la liquidez del Tesoro Nacional que obligaron, entre otras medidas, a un recorte presupuestal”.

Es decir, como muchos de los problemas actuales del sistema de salud, el problema es, según sostienen las EPS y expertos en salud, falta de plata pata cubrir todo lo que por ley toca.

Entre tanto, el exdirector de Medicamentos y Tecnologías en Salud del Ministerio de Salud, Leonardo Arregocés, explica que en la gestión de los medicamentos vitales no disponibles pueden llegar a intervenir muchos actores y que no se puede reducir el tema a que es “negligencia” de las EPS.

“Estos medicamentos son una categoría difícil y el trámite para traerlos al país están en el decreto 481 de 2004 y lo pueden hacer desde gestores farmacéuticos y las EPS, hasta los pacientes y prestadores de salud (hospitales, clínicas, centros médicos)”, expresó.

Así mismo, expresó que “no hay estadística que muestren en qué medida esos actores intervienen en esa gestión”, pues cada caso de estos medicamentos son distintos y dependiendo de eso es que se gestiona.

“A veces el comercializador guía el proceso de adquisición del medicamento, otras veces las EPS grandes con relaciones con los gestores farmacéuticos lo asumen o también desde las IPS (en donde atienden al paciente) se puede hacer”, agregó.

Finalmente, Arregocés añadió que el rol de las aseguradoras va de “garantizar y dar acceso a los medicamentos”, mientras que el del Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima) —responsable de la política farmacéutica y de medicamentos del país— pasa por mantener actualizada la lista de medicamentos vitales no disponibles y de evaluar las solicitudes que le llegan para agregar otros a ese listado.

Entre los medicamentos para tratar la epilepsia, los que están en la lista de vitales no disponibles del Invima están la Fenitoína, Felbamato y Clobazam. Puede consultar el listado completo en este enlace.

 

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