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El suplicio de los profes con la atención en salud en Medellín: filas sin fin para medicamentos que no están disponibles

El nuevo modelo de atención en salud para los docentes del Fondo del Magisterio los tienen esperando hasta cuatro meses para una cita con especialista.

Los docentes pensionados madrugan para llegar a las 7:00 a.m. con la intención de no encontrar fila en Sumimedical, una IPS que les surte fármacos a los docentes en Medellín. Al llegar les dan un ficho con 100 números de diferencia, la espera no baja de tres horas, a esto se le suma que una cita con especialista puede tardar más de cuatro meses. Son algunos de los dolores de cabeza que padecen los docentes luego de que el Gobierno Nacional implementó desde el pasado 1 de mayo un cambio radical en el modelo de salud del Magisterio, que consistió en sacar a los operadores de salud del sistema y encargarle su estructuración y funcionamiento a la Fiduprevisora.

La entrada de Sumimedical tiene un panorama desolador que los usuarios comparten en sus testimonios. Los centros donde entregan los medicamentos son excesivamente pequeños, teniendo que esperar afuera del establecimiento por falta de sillas y espacio, estando a la intemperie, al sol y al agua para un público que en gran porcentaje es de la tercera edad.

El suplicio de los profes con la atención en salud en Medellín: filas sin fin para medicamentos que no están disponibles

Para entender mejor, el Fomag (Fondo Nacional de Prestaciones Sociales del Magisterio) no es una EPS, es una cuenta especial de una fiducia pública, en este caso la Fiduprevisora, y es el encargado de efectuar el pago de las prestaciones sociales de los docentes y sus beneficiarios, además de garantizarles la prestación de servicios de salud y la entrega de medicamentos. Este sistema, al igual que otros regímenes exceptuados, funciona de manera independiente al sistema de salud general de Colombia.

No obstante, el presupuesto del régimen de salud en el Fomag es notablemente superior al del régimen de salud común. Para 2023, el del Fondo del Magisterio ascendió a $2,9 billones, lo que representaba un valor promedio por afiliado de $3.445.292.

Aún con esta cifra, a los usuarios les ha tocado en los últimos tres meses sacar de su bolsillo para conseguir sus medicamentos.

El pasado 1 de mayo, el Ministerio de Educación anunció la firma del acuerdo para iniciar el proceso de transición al nuevo modelo de atención en salud, beneficiando a 818.960 afiliados en el Fomag. Sin embargo, cerca de cumplir tres meses de su implementación, continúan las dificultades en varias ciudades, incluyendo Medellín. Demoras en la atención, en la entrega de medicamentos y las autorizaciones para exámenes y citas con especialistas son algunos de los problemas reportados por los docentes.

Falta de medicamentos es la queja constante

Ante el caos generado por el cambio de modelo de salud, el Fomag expidió la circular externa 002 de 2024, para que todas las IPS del Magisterio atendieran a los afiliados “sin previa autorización”, incluyendo medicamentos de baja complejidad, alto costo o control especial.

La medida no ha valido. Múltiples usuarios en la sede Sumimedical del Estadio hacen fila por más de tres horas por dos o tres días consecutivos a ver qué logran. “Vine a que me entregaran un medicamento que hace 8 días no tenían y que no lo puedo esperar por tener diabetes tipo 2. Al parecer, hoy tampoco lo tienen y se me va a vencer la autorización de la entrega si se cumple un mes”, expresó una docente que ha tenido que comprar mensualmente las tabletas de Galvus Met por su cuenta.

Otra usuario reporta gastarse más de $500.000 mensuales por falta de medicamentos como Pregabalina en suspensión, Mirapex, Superflux y Esomeprazol. “Aquí solo dan los medicamentos más comunes para la hipertensión y los más caros para otras enfermedades nunca los tienen”.

A esto, se suman las denuncias por la falta de especialistas. “Llevo esperando cuatro meses por una cita con el oftalmólogo y me remiten al optómetra”, dijo Marta Hernández, docente afectada.

El suplicio de los profes con la atención en salud en Medellín: filas sin fin para medicamentos que no están disponibles

Así como María Ofir Toro, quien denunció haber pedido cita de oftalmólogo y reumatólogo en abril y solo la atendieron esta semana. Cuando María Ofir logró conseguir la cita con el especialista tuvo que volver a esperar: su cita era a las 10:40 a.m., pero el médico la atendió al medio día. Cuando entró al consultorio, el doctor le ofreció disculpas por haber alargado la cita y dijo: “Me toca atender cuatro pacientes en una hora y para mí es imposible, por eso la demora”.

¿Qué responde el Fomag ante tanta queja? EL COLOMBIANO contactó al Fondo para preguntarle el plan de acción que tiene dispuesto ante las quejas reiterativas de los usuarios. Al cierre de esta edición no obtuvimos respuesta, estas páginas quedan abiertas para sus explicaciones.

El modelo que hoy se está implementación por parte de la Fiduprevisora consiste en crear oficinas regionales del Fomag que directamente se va a encargar de identificar, organizar y contratar los servicios de salud de los afiliados del magisterio.

Sin embargo, ante las constantes quejas presentadas incluso ante la Secretaría de Educación de Medellín, se convocó una mesa de trabajo para abordar estas problemáticas, estando presente organizaciones como Adida y la directora regional de Fomag, Liliana María Villa, acordando el establecimiento de una sede de atención en la calle 33, donde se estima que 45 encargados serán responsables de la atención del público y de la solución de inquietudes. Se espera que comenzará a operar en la primera semana de agosto.

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